Los mejillones, los gusanos, las 
abejas, los caracoles, las mariposas, las arañas, los escarabajos, los 
cangrejos, los escorpiones o las medusas son animales invertebrados. ¿Sabes qué 
tienen en común? Los invertebrados solo se parecen en una cosa: ¡no tienen 
columna vertebral!
¿CÓMO SON LOS INVERTEBRADOS?
La mayoría de los animales que 
habitan en nuestro planeta son invertebrados. Pueden ser de muchos tamaños y 
formas. Casi todos los invertebrados son pequeños: algunos son tan diminutos que 
no se pueden ver a simple vista; hay que observarlos con la ayuda de un 
microscopio. Otros, como los calamares gigantes, pueden alcanzar hasta 18 metros 
de longitud y más de 2.000 kg de peso.
Los invertebrados se diferencian de 
los mamíferos, las aves, los peces, los anfibios y los reptiles en que no tienen 
esqueleto interno con columna vertebral. Sin embargo, algunos de ellos, como los 
cangrejos o los caracoles, cuentan con conchas o caparazones muy duros que 
protegen sus cuerpos. Los artrópodos, como las arañas y los insectos, son 
invertebrados que tienen el cuerpo protegido por una piel dura. Otros 
invertebrados, como los gusanos o las medusas, tienen el cuerpo blando y no 
poseen ninguna cubierta protectora.
¿DÓNDE VIVEN?
Se pueden encontrar invertebrados en 
multitud de sitios, desde desiertos y bosques hasta cuevas o las zonas marinas 
más profundas. El plancton de los lagos y los océanos está formado por 
multitud de invertebrados diminutos que sirven de alimento a peces, ballenas y 
otros animales. Los invertebrados también viven en el suelo, debajo de tus pies, 
y en el aire, sobre tu cabeza. Algunos son buenos voladores y utilizan las alas 
para moverse.
Los invertebrados son animales 
ovíparos porque ponen huevos. De los huevos nacen larvas, que, poco a 
poco, se convierten en animales adultos. La mayoría de los invertebrados 
abandonan los huevos una vez que los han puesto; pero unos pocos, como algunos 
escorpiones y arañas, se ocupan de cuidar a los recién nacidos.
REPRODUCCIÓN Y CICLO DE VIDA
Generalmente, las larvas que nacen 
de los huevos no se parecen nada a sus padres. En algunos casos son tan 
distintas que los científicos creyeron, en un principio, que eran especies 
diferentes. Al ir creciendo, las larvas cambian varias veces de forma hasta que 
acaban pareciéndose a sus padres; este proceso recibe el nombre de 
metamorfosis. Las larvas y los adultos son, a veces, tan distintos que 
pueden vivir en hábitats también diferentes. Por ejemplo, los mejillones adultos 
viven pegados a las rocas ¡seguramente los hayas visto alguna vez en las 
playas!; por el contrario, sus larvas viven flotando en el agua.
La mayoría de los invertebrados 
viven poco tiempo; sin embargo, hay excepciones. Las termitas reina pueden vivir 
cuarenta años o más, y se cree que algunos moluscos pueden durar más de 
doscientos.
 
 
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