Las arañas, los ácaros, las
garrapatas y los escorpiones son arácnidos. Todos ellos tienen ocho patas, y
muchos cuentan con glándulas venenosas donde producen el veneno que inyectan a
sus presas.
EL CUERPO DE LOS ARÁCNIDOS
Los arácnidos pertenecen a un grupo
de animales denominados artrópodos, como las abejas, los saltamontes, las gambas
o los cangrejos. Los artrópodos tienen el cuerpo y las patas divididos en varias
piezas que se mueven, y están recubiertos por una especie de piel dura que
recibe el nombre de exoesqueleto.
En el cuerpo de los arácnidos se
diferencian dos partes: el cefalotórax o prosoma, y el abdomen u
opistosoma. El cefalotórax está formado por la unión de la cabeza y el tórax. En
la cabeza tienen varios ojos simples y cuatro piezas o apéndices que se sitúan
alrededor de la boca. Los dos primeros apéndices, llamados quelíceros,
terminan en una pinza o uña y les sirven para agarrar a las presas e inyectarles
el veneno. Los siguientes apéndices, llamados pedipalpos, son como una
especie de dedos que utilizan para tocar las cosas que encuentran a su
alrededor. Los arácnidos no tienen antenas.
¿Sabes cómo distinguir una araña de
un insecto? ¡Solo tienes que contar sus patas! Los arácnidos tienen ocho patas,
situadas en el cefalotórax, mientras que los insectos solo cuentan con
seis.
Algunos arácnidos respiran mediante
tráqueas, que son unos tubitos que se encuentran en el abdomen y que se
encargan de llevar el aire a todo el cuerpo. Otros presentan una especie de
pulmones.
Casi todos los arácnidos habitan en
el medio terrestre, aunque algunas arañas son capaces de vivir en el agua,
atrapando burbujas de aire, que llevan consigo para poder respirar cuando están
sumergidas.
El abdomen de las arañas tiene forma
de globo. El de los escorpiones, en cambio, es largo y termina en un potente
aguijón.
Los arácnidos cazan a sus presas
inyectándoles un veneno que las paraliza. Para ello, los escorpiones utilizan un
aguijón que tienen al final del abdomen. Las arañas clavan en las presas sus
afilados quelíceros. La picadura de algunas arañas grandes puede ser dolorosa;
pero casi todas son demasiado pequeñas para atravesar la piel de las personas, y
solo unas pocas son peligrosas para los seres humanos.
¿QUÉ COMEN LOS ARÁCNIDOS?
Casi todos los arácnidos son
carnívoros y se alimentan, principalmente, de insectos. Las arañas y otros
arácnidos solo pueden tomar líquidos. ¡Tienen que convertir los insectos en una
papilla que puedan chupar! Por ello, cuando capturan una presa, expulsan sobre
ella unas sustancias que trituran su cuerpo hasta convertirlo en una especie de
papilla. ¡Ahora ya está listo para comer!
¿Te has fijado en las telas de
araña? Muchas arañas fabrican estas trampas para capturar a los insectos de
los que se alimentan. En el abdomen, tienen una especie de bolsa que produce
hilos de seda muy resistentes. Con ellos fabrican telas pegajosas, en las que
quedan atrapadas las moscas y otros insectos. Primero, colocan el hilo exterior
de la tela y, después, van añadiendo el resto de los hilos hasta llegar al
centro. Cuando un insecto cae en la tela, ya no se puede despegar. ¡Está
atrapado! Entonces, la araña se acerca y lo envuelve en seda, dejándolo así
hasta que se muere. Las arañas también utilizan la seda para hacer nidos, para
construir capullos con los que proteger los huevos o para tejer hilos de los que
se cuelgan para desplazarse de un sitio a otro, ¡como si fueran Tarzán!
Los ácaros chupan los jugos de
plantas y animales. Las garrapatas se alimentan de sangre; tienen unos ganchos
en la boca que clavan en la piel de sus presas para, luego, chupar su
sangre.
© Reservados todos los derechos. -Roger Rodriguez
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